¿Dios?

En esta sociedad, los sueños están sobrevalorados. Al parecer, todos pueden soñar, pero juran que sólo acostándose a las 8:00 pm lograrán hacerlos realidad.

Algunos tenemos sueños demasiado grandes como para que sean realizables. Yo soy uno de esos tontos que termina haciendo todo lo posible para cumplirlos, y, aún así, le cuesta un ojo de la cara dejar de desearlos.

¿Nunca has querido dejar de soñar y de querer ser alguien en la vida?

Por mi parte, me mata de ira que los religiosos empedernidos y los tontos adoctrinados terminen viviendo más años, mejor, más felices y siendo más exitosos que nosotros, que nos valemos de la razón y de lo posible, que no mendigamos ayuda, perseverantes, creativos y tolerantes. Tal vez eso es porque, al final, siempre se sienten acompañados por ese halo etéreo de aquel ser sobrenatural que creó al mundo en siete días.

No niego su existencia. Sólo no me consta. Y, la verdad, no me siento acompañado por ninguna clase de halo. Sería divertido tener una aureola hecha de cartón y andar por ahí matando dinosaurios con meteoritos, o destruyendo civilizaciones enteras con diluvios, pero, debo ser realista: Si llego a ser un Dios alguna vez, dudo mucho que vaya a interesarme andar acompañando a un niño de 15 años con problemas de disociación, ni de andar rociando rosas blancas a las abuelitas fieles a los evangelios de mis hijos bastardos crucificados a los 33 años, ni de regalarles automóviles a las señoras que vendieron el suyo para comprarse una casa que nunca compraron... En fin, sería un Dios serio, enfocado, y políticamente correcto. No andaría con ridiculeces como "no menciones mi nombre en vano" porque no soy tan orgulloso, ni "no desearás a la mujer de tu hermano" porque soy realista. En mi gabinete celestial pondría (por lo menos) dos humanos y un demonio, para que quede "igualitario", y, prohibiría la reelección (este Dios ha establecido una monarquía y nada que se baja del poder. Terminaremos todos como Cuba). NADA DE IGLESIAS NI CURAS NI PADRES NI NADA. Me molesta que esos ancianitos no dejen tranquilo al pobre G-sús. Nada de libros traducidos a miles de idiomas ni ancianas supuestamente vírgenes. Nada de comunismo ni socialismo. El que quiera pan y agua, que trabaje. Más o menos así sería el mundo con un Dios como yo.

Los fieles me encantan. Siempre tienen esa vitalidad efervescente y bonita. Pero, si creyeran en un Dios divertido, los amaría un poquito más.

Sólo decía...